Carillas dentales

Las carillas dentales no son necesariamente opacas. Aunque hay diferentes opacidades dependiendo del esmalte del diente, las carillas son un buen sistema para blanquear los dientes. Sin embargo, si hay dientes más oscuros que otros será necesario pulir un poco el esmalte para igualar el color y no arriesgarse a que queden dos tonos.

Las carillas tienen una larga duración y pueden durante toda la vida, siempre y cuando acudas a las revisiones pertinentes y sigas las pautas indicadas por el profesional que te haya atendido.

No, el tratamiento de carillas dentales que aplicamos en Madrid es sencillo e indoloro.
En el caso de que haya que realizar alguna acción que pueda incomodar al paciente, como por ejemplo un mínimo tallado del diente, se anestesia de forma local para garantizar la comodidad del paciente, y que no moleste.

Lo cierto es que una rotura es muy poco probable, especialmente en carillas de porcelana. Si se trata de composite, se puede arreglar el problema en la misma consulta. Si la carilla es de cerámica, habrá que pedir la pieza nuevamente al laboratorio y reemplazarla por una nueva.
El dentista también investigará las causas subyacentes, como el bruxismo o traumatismos, para prevenir futuras roturas. Intentar reparar o reemplazar las carillas dentales por cuenta propia puede empeorar la situación, por lo que siempre se debe buscar la atención profesional para garantizar resultados seguros y duraderos.

Las carillas tienen una larga duración y pueden durarte toda la vida, siempre y cuando acudas a las revisiones pertinentes y sigas las pautas indicadas por el profesional que te haya atendido.

Dependiendo del tipo de carillas que elijas, el tratamiento tiene una duración diferente.

• En el caso de las carillas de composite, el tratamiento se realiza en una sesión única.
• Para las carillas de cerámica se requiere su elaboración en un laboratorio, por lo que su colocación final puede demorarse unos 15 días.

Dependiendo de los dientes del paciente, las carillas pueden colocarse directamente sobre el diente. Si es el caso, se elegirán las carillas más finas y resistentes y se fijarán con un cemento adhesivo. En algunos casos tan solo se colocan sobre algunos dientes, aunque lo habitual es cubrir todas las piezas dentales visibles, generalmente las superiores.

En los casos en los que hay dientes torcidos, aprisionados o rotos, lo más probable es que se realice un tallado previo. Cuando se elige esta opción, el mantenimiento es inevitable, ya que la vida media de la carilla de porcelana es de 15 años. La cifra se reduce a 10 años como máximo en las de composite. Cuando una se mueva o se deteriore habrá que volver a colocar una nueva irremediablemente.

El proceso de colocación de las de composite y de las cerámicas es diferente. Las carillas de composite se pueden fijar y moldear en la misma consulta. El odontólogo maneja el material y le da la forma deseada, de manera que, dependiendo de las piezas a tratar, se podrá terminar el trabajo en uno o dos días.

Las carillas dentales de porcelana han de fabricarse en laboratorio. Para ello serán necesarias 2 citas, una para preparar las piezas y escanearlas y otra para cementarlas.