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Al igual que no todas la personas tienen el mismo tono de piel, tampoco todas las personas tienen el mismo color de dientes y éste, además, tiende a oscurecerse con el paso de los años. Por ello siempre buscamos soluciones para conseguir unos dientes blancos.
El origen de esta coloración se encuentra en la propia genética de cada individuo, pero puede alterarse por haber sufrido determinadas enfermedades, haber ingerido medicamentos que oscurecen la dentadura o consumir de manera reiterada café, té, vino tinto o tabaco, que son causantes, entre otras sustancias, de la aceleración del proceso natural de oscurecimiento.
Hoy en día la publicidad nos ofrece lucir una sonrisa de anuncio cambiando simplemente de marca de dentífrico, pero la pregunta es…¿Conseguiré realmente los resultados que me prometen? ¿Son realmente efectivas esas “pastas blanqueadoras”? Lo cierto es que la pasta de dientes blanqueadora sólo es efectiva, en el mejor de los casos, contra las manchas adheridas en la superficie del esmalte, es decir, las provocadas por esas sustancias dañinas para los dientes que comentábamos al inicio de este post, ya que las eliminan más eficazmente que las pastas tradicionales. Pero si el tipo de coloración que queremos aclarar está determinado por las capas más internas del diente, estas pastas no tienen ninguna efectividad.
Componentes de la pasta de dientes blanqueadora
La supuesta acción blanqueadora de estas pastas viene determinada por su composición. En ella hay agentes abrasivos como el carbonato de calcio, el fosfato dicálcico, el óxido de aluminio o la sílice hidratada. La presencia de estos compuestos es lo que diferencia fundamentalmente a este tipo de pastas de las pastas de dientes convencionales.
Por tanto los dentífricos blanqueantes aclaran los dientes porque gracias a estos compuestos abrasivos el cepillado pule los dientes, es decir, con ellos hacemos una especie de exfoliación en la superficie externa del diente. Es por eso que aunque se suelen emplear cantidades pequeñas para evitar el desgaste del esmalte puede que su uso continuado en el tiempo provoque erosiones que deriven en una sensibilidad dentaria.
Por todo ello en Clínica Castelo recomendamos utilizar estos dentífricos alternando su uso con otros convencionales.